Las personas pasan aproximadamente un tercio de su vida durmiendo, y eso es lo que hacemos todos los días, por lo que los trastornos del sueño pueden afectar al desarrollo de la vida cotidiana.
El sueño es considerado el factor más importante para la salud humana. A lo largo de los años, las personas tienen que pasar por cambios en sus cuerpos y vidas. Uno de estos cambios son los trastornos del sueño que ocurren con el paso de la edad, lo que dificulta conciliar el sueño.
Las personas mayores suelen tardar más en conciliar el sueño y se despiertan más fácilmente que las personas más jóvenes. Algunas tienden a dormir mucho más durante el día y duermen mal por la noche. Dormir lo suficiente es muy importante porque el sueño afecta la memoria. Algunos estudios relacionan un buen descanso con una mejor retención de información. Esto es básico para las personas mayores. La privación del sueño, que conlleva además irritabilidad y somnolencia, no solo pueden afectar la memoria, sino que también pueden provocar trastornos cardíacos y psiquiátricos, como depresión y cambios repentinos de humor.
En multitud de ocasiones, esto puede venir asociado a una mala postura cuando dormimos, por lo que aquí te dejamos algunos consejos que puedes seguir para mejorar la calidad del sueño:
Características de un colchón perfecto:
● No debe ser ni muy duro ni muy blando.
● Te recomendamos que elijas uno firme, para que sostenga nuestro cuerpo bien, pero
sin llegar a ser incómodo.
● Homogéneo. Asegúrate de que no tenga hundimientos ni huecos.
● Es importante que se adapte a nuestro cuerpo y respete la curvatura natural de la
columna.
● Recuerda que la vida promedio de un colchón es de aproximadamente 10 años,
pero depende de varios factores, como el material, la calidad y el uso del colchón.
Es importante que respetes la vida máxima de tu colchón para que tu descanso sea
pleno.
Dormir con Almohada:
● Si duermes boca abajo: la almohada debe ser lo más delgada posible para reducir la
tensión en el cuello.
● Si duermes boca arriba: la almohada debe ser delgada para que la cabeza no se
incline demasiado hacia atrás. Use espuma viscoelástica o algo más gruesa en la
base y más delgada en el medio para mantener el cuello alineado.
● Si duermes de lado: las almohadas deben ser más firmes y profundas para sostener
la cabeza y llenar el espacio entre las orejas y los hombros. Para esta postura se
recomienda una almohada de altura media (15 cm) para que la cabeza y el cuello
queden alineados con el eje de la columna.